La escasez de tiempo, el lenguaje técnico y el trato distante constituyen los principales obstáculos del paciente en la consulta

Se presenta el “Manual del Paciente: Guía para mejorar la atención sanitaria”, auspiciado por el Defensor del Paciente de la Comunidad de Madrid


Madrid (24-10-08).- El escaso tiempo de los médicos, el lenguaje técnico utilizado y el trato frío y distante constituyen los tres principales obstáculos del paciente en la consulta, según se recoge en el “Manual del Paciente: Guía para mejorar la atención sanitaria”, que se ha presentado en Madrid.

Esta iniciativa, auspiciada por el Defensor del Paciente de la Comunidad de Madrid, pretende evitar muchos de estos obstáculos. El objetivo de esta obra es, desde la información, mostrar al paciente cómo funciona el sistema sanitario y cómo se puede obtener el máximo rendimiento del mismo, lo que favorecerá una mejor relación del paciente con el personal sanitario, implicará al enfermo en la toma de decisiones de su salud y generará, en definitiva, una mejor atención sanitaria.

Para los autores de este libro, el paciente es la pieza clave del sistema sanitario, ya que es el destinatario último de cualquier actividad y no se puede trabajar para mejorar su salud sin su implicación, sobre todo, cuando se está demostrando que ello garantiza una mayor eficiencia. No obstante –aseguran-, para lograr esa mayor participación se necesitan herramientas, como es este manual, que ayude y oriente sobre cómo utilizar los recursos disponibles para alcanzar la máxima eficiencia para todos.

“La relación médico-paciente -señala Juan Siso, subdirector general del Defensor del Paciente de la Comunidad de Madrid- puede resultar frustrante en muchas ocasiones tanto para el paciente como para el médico, ya sea por falta de comunicación o por tener expectativas diferentes. Este manual constituye una herramienta de comunicación muy importante ya que va a proporcionar al paciente información útil y de calidad sobre el funcionamiento del sistema sanitario y cómo actuar en el mismo”.

En este sentido, el manual explica en cinco pasos cómo se pueden superar gran parte de los obstáculos con los que se enfrenta el paciente en la consulta. “Previamente a la consulta, definiendo qué problemas de salud nos preocupan, qué le vamos a contar al médico, cuáles son nuestros antecedentes y qué medicamentos estamos tomando. A menudo los diagnósticos se basan más en la información que facilitan los pacientes que en la propia exploración”, destaca Juan Siso.

Ya en la consulta, el manual, de forma práctica y didáctica, establece, por un lado, ciertas normas de funcionamiento “como, por ejemplo, la importancia de comentar el motivo de la consulta de manera clara y tranquila evitando hablar de los problemas no médicos o esperando que el médico analice la información que se encontró en Internet o solicitando medicamentos que no son objeto de la consulta de ese médico”. “Los profesionales necesitan saber qué le ocurre, dónde le duele y desde hace cuánto tiempo y eso es lo que hay que responder con la mayor sinceridad”, insiste Siso. Asimismo, el manual hace hincapié en que el tratamiento sea el más adecuado para cada paciente y se adapte a su estilo de vida, y por supuesto después, cumplir y seguir el tratamiento prescrito.

Por otro lado, en la consulta se producen muchas situaciones que pueden desvirtuar el propio contenido de la misma y que, en ocasiones, está mediada por el tipo de paciente y que el manual distribuye en cinco grandes grupos: el enfermo emocional que llora o se disgusta, el que lo sabe todo, el tímido, el divagante o el que considera al médico el todopoderoso. “Es importante reconocer qué tipo de paciente somos para poder actuar en consecuencia y, en este sentido, el manual nos puede ayudar”, precisa Juan Siso.

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