El inmigrante acude menos al médico que el paciente español

La Fundación de Ciencias de la Salud presentó ayer un trabajo sobre el uso que los inmigrantes hacen del sistema sanitario. Acuden en menor medida que los españoles a la consulta de atención primaria y más a especializada. Hay excepciones en función el país de procedencia.
José Mª Juárez 24/06/2008
De los 46,06 millones de habitantes que tiene España según el Instituto Nacional de Estadística, 5,22 son extranjeros, lo que supone 11,3 por ciento del total de la población y un incremento del 1,9 por ciento respecto a 2007.

La Fundación Ciencias de la Salud hizo público ayer en Madrid el estudio Diferencias en la utilización de los servicios sanitarios entre la población inmigrante y la española, una investigación en la que se postula que la población extranjera utiliza los servicios sanitarios con menor frecuencia que los españoles.

Enrique Regidor, profesor del Departamento de Medicina Preventiva, Salud Pública e Historia de la Ciencia de la Universidad Complutense de Madrid, y coordinador del trabajo, comentó durante la presentación que «la consulta al médico general y la hospitalización son los servicios sanitarios en los que se ha encontrado una menor diferencia de frecuentación, mientras que la asistencia especializada y los servicios preventivos son mucho más empleados por la población autóctona que por los inmigrantes».

Cuatro autonomías

El estudio, realizado con la información recogida en las 29.642 encuestas de salud realizadas entre 2004 y 2006 en Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias, concluye que estas diferencias y similitudes podrían deberse a la existencia de barreras en el acceso a las prestaciones sanitarias relacionadas con el entramado administrativo y las diferencias culturales, lingüísticas y religiosas aunque, a juicio de Regidor, el motivo más influyente es el buen nivel de salud que presentan los inmigrantes cuando llegan a España. A pesar de haberse realizado únicamente en cuatro regiones, «se trata de una investigación aplicable a todas las comunidades autónomas» en la que también se plantea que hay excepciones a este patrón de conducta, como es el caso de la elevada utilización que hacen los inmigrantes de América Central y del Sur de los servicios de urgencias, la asiduidad de los africanos a las consultas de atención primaria -fundamentalmente en la Comunidad de Madrid- y la alta frecuentación a los especialistas del sistema sanitario privado en la Comunidad Valenciana, especialmente de los pacientes que vienen de países ricos.

Ricos y pobres
Esta última apreciación puede encontrar justificación en el turismo que recibe dicha autonomía, en mayor medida durante los meses de verano, pero lo que se demuestra realmente con la afirmación, según Regidor, es que los pacientes que provienen de países con un nivel económico elevado muestran un comportamiento similar ante la asistencia sanitaria que los de los países más pobres: «El desarrollo económico no influye, por tanto, en el uso del sistema sanitario».

El futuro del sistema
Aunque el ritmo de crecimiento de la inmigración es cada año mayor, este fenómeno demográfico no amenaza la sostenibilidad del sistema sanitario. Dicho planteamiento puede realizarse tanto en el ámbito económico -los inmigrantes acuden poco a los centros sanitarios (ver DM del 18-III-2008)-, como en el clínico, ya que la única patología que pueden contagiarnos es la tuberculosis, según Enrique Moreno, jefe del Servicio de Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, «y podemos controlarla con las unidades de medicina tropical» (ver DM del 29-XI-2007).

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/politica_sanitaria/es/desarrollo/1138549.html


Publicado

en

por

Etiquetas: