Marga Iraburu: «Hay una conspiración del silencio que priva al enfermo de conocer su situación»

«En este país conforme peores son las noticias más se engaña al paciente, y con ello se le está negando la posibilidad de disponer de su realidad para hacer lo que él quiera. Es algo muy extendido», dice Marga Iraburu, médico internista y miembro del comité de ética asistencial del Hospital Virgen del Camino de Pamplona.
N.S. 19/06/2008
Iraburu defiende la autonomía del paciente y señala que «aunque la ley deja muy claro que sólo se puede informar a él y a las personas que autorice, es muy habitual hacerlo antes a la familia que está esperando en la puerta de la habitación que al enfermo. Se les deja gestionar poco este tema a los afectados». A su juicio, «existe una conspiración del silencio que priva al paciente de conocer su situación porque no se le quiere hacer daño y por el propio miedo del profesional, al que no le han enseñado a acompañar ni tiene habilidades para transmitir malas noticias».

La internista insiste en la importancia que se haga «dentro de un proceso de comunicación de manera lenta, prudente, viendo hasta dónde quiere saber el paciente y escuchándole, pero lo que está claro es que cada persona tiene derecho a conocer su situación por muy terrible que sea, por encima de lo que diga su familia y de lo que quiera el profesional, y eso es lo que muchas veces en nuestro país no ocurre». Según Iraburu, «el que tiene que gestionar el bombazo que supone una mala noticia en el seno de una familia es el paciente, y a eso nunca damos pie. Jamás le preguntamos a quién quiere que informemos».

A veces es mejor parar
Además, subraya que «nuestro sistema sanitario está absorto en una lucha ciega por recuperar la salud o posponer la muerte a toda costa». Ante este panorama, Iraburu considera que «a veces lo ético es parar. Hay que buscar las medidas que sean proporcionadas a la situación concreta de cada persona, es decir, aquellas que «le aporten beneficios sin inflingirle más sufrimientos y que tengan un sentido».
http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/normativa/es/desarrollo/1136526.html


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