Borja Montero, experto en paliativos: «Sufrir por sufrir es un sindios»

Borja Montero lleva los cuidados paliativos literalmente al pie de la cama de sus pacientes. Allí les hace notar que se interesa por ellos y les ofrece el máximo rigor científico. Puede encontrar la transcripción íntegra de la entrevista con Borja
Silvia Churruca 17/06/2008
¿Qué se perdió en Leganés?
-Fue la evidencia palmaria de que medicina y política no tienen nada que ver y no deben tenerlo.

¿Qué le sugiere la expresión muerte digna?
-Hay grupos que se han apropiado de ella y pretenden hurtárnosla a los demás.

¿Hay muertes indignas?
-La dignidad pertenece a la persona, y su manera de morir, aunque sea una muerte tremenda, puede ser digna. Voy a poner un ejemplo que hemos vivido en la reciente historia de España: alguien puede ser fusilado, que no es una forma deseable de morir, pero no por ello pierde la dignidad.

¿A veces la familia necesita la sedación tanto o más que el paciente?
-En ocasiones, los ojos que miran sufren moralmente más que el propio paciente, pero la sedación es una medida que debe aplicarse cuando está indicada con criterio clínico.

¿Hay familias que buscan sedar su conciencia?
-Nos gusta pensar en una imagen idílica del paciente rodeado de una familia volcada, pero en la realidad nos encontramos con familias desestructuradas, y ahí el médico debe mantener su criterio.

Usted hace atención domiciliaria. ¿Puede lograrse lo mismo en el entorno de un gran hospital?
-Desde luego, no es lo mismo. Hay buenas unidades de paliativos hospitalarias, pero en una fase terminal se requieren unas condiciones determinadas: una habitación individual, amplia, con una gran ventana… quizá no es fácil plantearlo en la sanidad pública.

¿Estamos preparados para la muerte?
-No, vivimos de espaldas a ella y lo entiendo porque hasta nosotros a veces sentimos necesidad de mirar a otro lado. Pero el oficio te enseña a controlar ese impulso. De todas formas, como me decía mi padre, en la vida casi nunca estamos preparados, pero al final hacemos las cosas.

¿Y estamos preparados para el dolor?
-Tampoco, cada vez menos. Nos hemos acostumbrado a vivir muy bien y aguantamos mal la adversidad. No digo que haya que sufrir, pero tener cierto aguante te da más solidez.

¿Qué toleran mejor los pacientes: el dolor o el sufrimiento?
-El sufrimiento, el dolor total, como decía Cicely Saunders, que engloba también el social, el famliar, el espiritual… se tolera peor que el físico.

¿Le han pedido la eutanasia?
-Sólo en una ocasión de forma directa, y era una enfermedad terrible. El paciente decidió dejarse morir por la vía de no alimentarse. Le pasé la medicación para el dolor por vía subcutánea. Tenía que respetarle y no planteé alimentarle por sonda nasogástrica. Murió pasada una semana.

En el programa del curso que dirige este verano Luis Montes en Santander, se usa el término encarnizamiento paliativo.
-Es una contradicción en sí misma y un ataque directo a los cuidados paliativos. No entiendo si el objetivo final es plantear que es mejor dejar morir a los pacientes sin más. En ese curso echo en falta la participación de paliativistas, de los que trabajamos a pie de cama, ayudando al paciente a vivir hasta que muera, como decía Saunders.

El arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián, dijo que Jesucristo no tuvo paliativos. ¿Qué le parece la frase a usted que es creyente y paliativista?
-Que Jesús sufrió con un fin, pero sufrir por sufrir es un sindios.

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/medicina/es/desarrollo/1135630.html


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