El paciente tiene que ser el centro de la calidad terapéutica

El cambio de modelo del sistema sanitario español, en el que cada vez tiene más importancia el paciente, llevó a Sanofi-aventis a plantearse una reforma en la calidad terapéutica que se ha plasmado en un libro con el que buscan que las medidas no farmacológicas ganen presencia.
David Rodríguez Carenas 14/05/2008
De la práctica paternalista de la medicina en la que se basaba el sistema sanitario español, o «modelo de decisiones con el paciente como sujeto pasivo, se ha pasado a otro en el que las decisiones están compartidas». Éste es, según Susana Lorenzo, responsable de la Unidad de Calidad del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, en Madrid, uno de los motivos por los que Sanofi-aventis inició en 2007 el proyecto Calidad Terapéutica.

El trabajo, realizado junto a expertos en calidad, economía, planificación y clínica, tuvo ayer uno de sus hitos con la presentación en Madrid del libro Calidad Terapéutica: cómo entenderla y aplicarla.

El libro tiene «una visión muy integradora de la calidad terapéutica, e incluye un diagnóstico adecuado, medidas farmacológicas y no farmacológicas efectivas y adaptación del tratamiento a las necesidades clínicas y sociales del paciente», explicó Fernando Palacio, del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza (SVS-O). «Hay que trabajar con el riesgo mínimo y adecuar la ciencia fría con el contacto cálido entre médico y paciente».

Si las búsquedas bibliográficas han sido el núcleo del trabajo, la gestión por procesos será el de la futura prescripción, cuyo desarrollo se analiza, punto por punto, en este libro de consulta, puesto que «no se trata de un ensayo», aclaró Palacio.

En el desglose de procesos también hay que reservar su parte a los actores implicados en la prescripción, que han de cumplir su papel «siguiendo las bases de la filosofía de la mejora continua», en palabras de la ex presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA).

Actores y sus papeles
Fernando Ramos, jefe de Proyectos y Relaciones Institucionales de Sanofi-aventis, fue el encargado de precisar el papel de los iniciadores del trabajo: «La industria cumple perfectamente la normativa en cuanto a calidad. Pero debemos ir un paso más allá.

La idea es no trabajar sólo con el fármaco sino también en medidas en las que tiene más participación el paciente, como los cambios en su estilo de vida. Tenemos que adaptarnos al nuevo modelo de salud».

En todo caso, «no ha habido injerencia de la industria en ningún momento; todos los participantes hemos gozado de plena libertad intelectual», quiso dejar claro Lorenzo, que explicó que en el libro se exponen «trajes a medida con la visión de las diferentes comunidades autónomas». Por su parte, Ramos añadió que «esperamos que los diferentes agentes de cada región definan en qué puntos van a trabajar para diseñar esquemas sobre cómo avanzar», y así darle un sentido práctico al libro, de forma que no se quede en una mera declaración de intenciones. Se van a repartir mil ejemplares de la obra «a los facultativos y los gestores que antes se impliquen en la calidad». Además, se prevé que el libro esté pronto en formato electrónico.

Claves del éxito
Según los ponentes, las claves para que la implantación de la calidad terapéutica sea un éxito en el sistema sanitario español son:

– Asegurar la ética de todos los agentes implicados.

– Hacer de la consulta el lugar donde se da la indicación terapéutica involucrando e informando al paciente en la toma de decisiones, considerando las mejores opciones coste-efectivas y haciendo énfasis en los tratamientos no farmacológicos.

– Garantizar la disposición de las herramientas necesarias para tomar la mejor decisión terapéutica con formación continuada, información actualizada, contrastada y de calidad.

– Apoyar las decisiones terapéuticas con una dispensación de medicamentos accesibles e informada en la que se garantice su uso correcto y se vele por la seguridad del paciente.

– Integrar en los procesos de calidad a todos los proveedores del sistema sanitario.

El libro, de cualquier forma, «no es un hito final sino el inicio de un proyecto», precisó Ramos. Entre los siguientes trabajos en los que se quiere trabajar desde Sanofi-aventis está el desarrollo de las decisiones basándose en la evidencia, «cuya parte logística vamos a realizar en los próximos meses, dejando el núcleo duro en otoño. El objetivo es una visión más práctica de la calidad terapéutica».

Entre las medidas que se quieren adoptar también se encuentra una mayor inclusión del paciente en el trabajo. El jefe de Proyectos y Relaciones Institucionales de Sanofi-aventis reconoció que «aún no nos hemos planteado un portal de consultas, pero sí el mantener un contacto con los usuarios». Se quiere integrar a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), porque «incluye a individuos sanos y pacientes».

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/gestion/es/desarrollo/1122893.html


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