4.000 historias clínicas de abortos se filtran en la Red a través de eMule

La protección de datos

Protección de Datos sanciona con 150.000 euros a un centro médico de Bilbao

MÓNICA C. BELAZA – Madrid – 25/04/2008 Imprimir   Enviar

Descargarse música o películas desde el ordenador del trabajo a través de un programa de intercambio de archivos puede tener efectos trágicos y no calculados, causados por quien quizá sólo pretendía meter en su MP3 una canción de David Bisbal. Un error de este tipo ha podido provocar que 11.300 historias clínicas, de ellas 4.000 de casos de aborto, acaben expuestos ante cualquier internauta.

El desconocimiento tecnológico de algún empleado de una clínica ginecológica pudo llevarle a poner a disposición del programa eMule (el más popular de intercambio de archivos entre particulares), y por lo tanto al alcance de millones de personas, todos estos datos, contenidos en una carpeta del disco duro de su ordenador. No se sabe con exactitud quién ha sido el culpable, ni las razones de la filtración, pero la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) acaba de sancionar a la clínica, el centro médico Lasaitasuna, en Bilbao, con 150.000 euros. Todavía están en plazo para recurrir la resolución.

No es un caso único. Es el tercero que sanciona Protección de Datos, que tiene abiertos, además, otros 19 expedientes por asuntos similares. Éste es especialmente grave. Se trata de datos médicos ginecológicos y de urología y, en 4.000 casos, son historias clínicas relacionadas con interrupciones voluntarias del embarazo, extremadamente sensibles y cuya divulgación afecta a la intimidad de las mujeres. El centro médico ha declinado hacer declaraciones, pero sus responsables afirmaron ante la Agencia de Protección de Datos que desconocían cómo el fichero había acabado en Internet a la vista de cualquiera. No sabían si había sido el error de un empleado o algo premeditado por alguna persona.

La Policía Local de Ourense fue la que encontró las historias clínicas en el eMule. Estos agentes se han convertido en una especie de guardianes de la protección de datos en la Red. Ellos han sido quienes han dado la voz de alarma en todos los expedientes abiertos en Protección de Datos en 2007 por denuncias relacionadas con el hallazgo de ficheros con datos de carácter personal en redes p2p (peer to peer, o entre iguales).

Una vez conocido el problema, Protección de Datos abrió una inspección. En el centro médico bilbaíno encontraron un fichero de gestión de pacientes igual que el que se había hallado en Internet. En el mismo se podía acceder a datos de las consultas de ginecología, vasectomías e interrupciones de embarazo por aspiración y por píldora. Los registros aparecían asociados a pacientes y a su historia clínica.

La clínica implantó de inmediato en su sistema informático medidas de seguridad de nivel alto. Pero por la filtración de los datos ha sido sancionada por «infracción muy grave» con una multa de 150.000 euros. La sanción podía haber sido mayor -la Ley de Protección de Datos castiga este tipo de infracciones con multas de 300.000 a 600.000 euros-, pero se moderó por la colaboración mostrada por la titular del centro a lo largo del procedimiento, que desarrolló «una extensa actividad para evitar la comisión de infracciones en materia de protección de datos de carácter personal», según la resolución de la agencia.

«En este caso se trata de un error inexcusable de la clínica, que no tenía las medidas de seguridad necesarias para evitar que se produzca una gravísima filtración de estas características», explica el director de la Agencia de Protección de Datos, Artemi Rallo. «Pero hay que hacer un llamamiento global, lo más alto y claro posible, a todas las empresas, hospitales, bancos, guarderías, colegios, para que extremen las garantías y las cautelas y revisen sus sistemas. Hay que hacer una política activa de formación, información y concienciación. La sociedad de la información tiene ciertos riesgos que deben controlarse, y con estos casos quedan en evidencia las limitaciones de muchos ciudadanos a la hora de usar correctamente las herramientas tecnológicas», añade.

Los consejos de Protección de Datos para evitar estos casos son los siguientes: en primer lugar, que la empresa, centro o administración analice si es estrictamente necesario, por razón de los trabajos que se desempeñan, que sus equipos informáticos tengan un software de intercambio de archivos. Si no son necesarios, deben bloquearse. En segundo lugar, habría que establecer medidas adicionales de seguridad para limitar el acceso de los trabajadores a datos tan delicados como los relativos a salud o a los menores.

Protección de Datos ha abierto 21 expedientes en 2007 por filtraciones de datos personales a Internet. Uno de los ficheros encontrados contenía datos de los miembros y directivos de una comunidad religiosa; otro hablaba de solicitantes de adopciones internacionales; otro, de miembros de un sindicato. Cinco se referían a datos de clientes de la empresa, tres a historias clínicas filtradas a la Red y otras cinco a datos personales de recursos humanos.

«Las administraciones públicas, que son las que promueven la sociedad de la información, tienen que promover en paralelo políticas de concienciación y prevención», concluye Artemi Rallo. «Éstos son errores fatales que se pueden evitar con información suficiente. Los ciudadanos tienen que ser conscientes de que a las descargas en Internet las carga el diablo».

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/4000/historias/clinicas/abortos/filtran/Red/traves/eMule/elpepusoc/20080425elpepisoc_3/Tes


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