Simple negocio económico

Javier Mª PÉREZ-ROLDÁN
El aborto es un drama para la mujer que aborta, su familia e incluso para los profesionales que lo practican. Es, sin duda, el atentado contra la Justicia más grave que se plantea en las sociedades modernas, pues supone, con toda su crudeza, la supresión de un inocente. Sin embargo, el aborto ha vuelto a las primeras páginas de los medios de comunicación no por su condición perversa, sino porque se va demostrando que numerosos abortorios incumplen de forma reiterada la ley despenalizadora del aborto.
Por eso, llama la atención que algunos abortorios implicados hayan centrado su defensa en demostrar que es necesario ampliar la ley para hacer el aborto libre, y no en demostrar que la cumplían. Esto supone la admisión tácita de su culpabilidad. Por ejemplo, es esclarecedora la actuación de la clínica Isadora, que está desarrollando una campaña de exculpación que se funda en supuestas irregularidades procesales, y no en que haya cumplido la ley.
De lo que se ha ido publicando en LA RAZÓN se desprende que estos centros no surgen con finalidad benéfica, sino como negocio de la muerte. Por eso, entre otras cosas, ni siquiera informan a de los riesgos del aborto, como pudiera ser el síndrome postaborto, que lleva a muchas al suicidio, ni del aumento del riesgo de cáncer. Sin embargo, lo más vergonzoso es que hemos descubierto que estamos ante un Gobierno cómplice de estos atentados contra la vida, la Justicia, y el Estado de Derecho.

http://www.larazon.es/36206/noticia/Sociedad/Simple_negocio_econ%F3mico

*Abogado. Acusación particular por Centro Jurídico Tomás Moro


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