Es hora de dejar que el paciente se implique más

Se habla mucho de que el paciente es el eje del sistema, pero aún se le mantiene alejado de la gestión de su propia salud. «La sanidad debe acercarse a las personas, y para ello es necesario dejar que se acerquen». Esta frase, enunciada ayer por Ana García Vallejo, jefe del Área de Programas Especiales del Centro de Servicios Tecnológicos de la Consejería de Sanidad de Galicia, resume en gran medida lo expuesto en dos mesas redondas que el XI Congreso Nacional de Informática de la Salud (Inforsalud), organizado en Madrid por la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS), ha dedicado a la participación ciudadana en salud.
Rosalía Sierra 18/04/2008
Esta implicación puede estructurarse de diferentes formas. En Galicia y Andalucía han optado por crear espacios de comunicación multicanal con los usuarios. En el caso gallego, se trata de Espacio de Salud, que ofrece servicios a ciudadanos, profesionales y proveedores a través de teléfono, internet, SMS, correo electrónico y atención presencial. En Andalucía el proyecto se denomina Informar.esSalud, que busca «crear un marco integral de relaciones con los ciudadanos», según explicó Purificación Gálvez, directora general de Innovación Sanitaria, Sistemas y Tecnologías de la región.

Por su parte, Gregorio Gómez, director asistencial de la Agencia Valenciana de Salud, ha descrito la utilidad de un sistema de comunicación con los profesionales que, a través de un cuadro de mando integral, permite «controlar la carrera profesional y el cumplimiento de los objetivos anuales, lo que desvela las áreas de mejora y establece una dinámica de competitividad entre departamentos que redunda en una mejora de la calidad». El sistema lleva funcionando desde 2005 y los resultados ya son notables: «Se ha producido un efecto de alineamiento entre los resultados de los departamentos, lo que implica más equidad».

Lo que ha pretendido el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco es hacer más fácil la vida a sus usuarios, y para ello ha creado un Documento de Identidad Sanitaria (ONA, en sus siglas en euskera) «que integra una tarjeta sanitaria y una tarjeta ciudadana, ya que permite realizar trámites administrativos y está equipada con un chip con certificado digital y firma electrónica y una antena de proximidad en su interior que puede tener muchas utilidades, como el control de llegada a las consultas», afirmó Josu Garay, director de Financiación y Contratación Sanitaria de la región.

Responsabilidad real
Todas estas iniciativas no hacen sino abrir camino a algo que acabará por llegar: el acceso del ciudadano a su historia clínica electrónica (HCE): «Nadie le ha preguntado si quiere manejar él mismo su información y sus riesgos, y hasta ahora hay demasiado paternalismo. Debe poder acceder a sus datos porque si tira por la calle del medio y acabará recurriendo a internet, a páginas que permiten introducir y almacenar datos clínicos pero que no tienen la seguridad que nosotros podemos garantizar», explica José Antonio Rodríguez Maniega, director de Proyecto de los Nuevos Hospitales de la Comunidad de Madrid de Siemens.

«No es algo nuevo. WebMD (página que permite el autocontrol de pacientes crónicos) surgió hace muchos años y sigue funcionando, y cada vez hay más iniciativas de ese tipo, como GoogleHealth o Revolutionhealth», dice Antonio García Linares, director de I+D+i de Isoft. El problema es que «no sabemos si el usuario tiene suficiente nivel de educación sanitaria para manejar los datos ni si la información introducida por él es clínicamente fiable. Probablemente no». La solución es que la información que se maneje sea la introducida por los profesionales sanitarios, pero lo considera difícil «si aún no somos capaces de integrar primaria con especializada ni acabar con el problema de la interoperabilidad entre comunidades autónomas».

http://www.diariomedico.com/edicion/diario_medico/gestion/es/desarrollo/1113322.html


Publicado

en

por

Etiquetas: